Cosas Gratis que Hacer en Cuba: El Amanecer en La Habana

Si estas buscando una excelente opción de actividades gratis que hacer en La Habana, la visita al Malecón habanero está entre las más populares. Recuerda que las mejores cosas en la vida no se pueden comprar. Se viven de una manera genuina, nos llegan al corazón y se quedan impregnadas en nuestras memorias con imágenes, colores, olores y ruidos peculiares autóctonos de ese momento mágico. El amanecer en La Habana es una de esas experiencias que te invade tu memoria y toma residencia en ella para siempre. El que lo vive nunca lo olvida, y lo mejor es que es una opción para visitar en La Habana sin costo alguno. 

Cómo prepararte para ver el amanecer en El Malecón 

Si quieres ver el amanecer en El Malecón de La Habana, la experiencia comienza con el alba o antes. Tendrás que madrugar pero no te arrepentirás de levantarte temprano en tus vacaciones. Es realmente algo que tienes que vivir. Una experiencia que produce sentimientos profundos a todos los que la experimentamos, cubanos o turistas.

El amanecer en La Habana ocurre alrededor de las 6:30 am, por lo que te recomendamos que planees estar en El Malecón a las 6:00 am o antes para que no te pierdas ni un instante la trayectoria del sol sobre las cristalinas aguas del Mar Caribe. Si llegas temprano, verás como la obscuridad de la noche, cansada de trabajar, se desvanece suavemente sobre el mar que por minutos se convierte de gris aterciopelado a azul cristalino. Dando paso al majestuoso baile diario del brillante sol de Cuba, señal que es nuevamente la hora de comenzar un nuevo día habanero. 

Qué hacer para disfrutar la experiencia al máximo 

En tu trayectoria por El Malecón, no te olvides de cerrar tus ojos por unos momentos para que descubras el olor de la briza y los ruidos de autos que esporádicamente comienzan a pasar por allí desde muy temprano. Conforme transcurre el tiempo, verás como toda una ciudad despierta simplemente por el cambio del sonido de los autos que se unen matizando la mañana.  

En tu recorrido, camina lentamente de un extremo a otro por el Malecón para que tus ojos puedan absorber la arquitectura que arrastra en sus paredes y estructuras siglos de historia. Y lo más importante, no te olvides de interactuar con la gente que es lo más mágico que tiene Cuba. Puede ser que te encuentres con pescadores, verduleros, artistas, músicos, o simplemente personas que como tú se convertirán en eternos admiradores del amanecer en El Malecón de La Habana.